La entrevista es la fase decisiva, y muchas veces la última, dentro de cualquier proceso de búsqueda de empleo. Consiste en una conversación en la que se trata de evaluar o determinar la adecuación de la persona candidata a un determinado puesto de trabajo con el objeto de completar la información obtenida mediante el currículum.

 

La entrevista estándar comprende las siguientes fases:

 

Saludo: Es la primera impresión personal que el entrevistador va a tener de ti. Ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Espera a que el entrevistador se dirija a ti, no quieras llevar la iniciativa.
  • Estrecha la mano cordialmente y preséntate con naturalidad.

Charla introductoria: Corre a cargo del entrevistador y consiste en un diálogo sobre temas de carácter general cuyo objetivo es romper el hielo y ayudar a dominar o reducir el estado de ansiedad del candidato.

  • Es un buen momento para empezar a conocer al entrevistador.
  • Relájate y contesta con naturalidad.

Conversación sobre el puesto: En este apartado se afrontan todos los aspectos relacionados con el puesto de trabajo. Hay que tener en cuenta que la forma de la pregunta condiciona el tipo de respuesta.

Debes distinguir entre:

  • Preguntas abiertas: Dejan al candidato la oportunidad de una respuesta personal y amplia.
  • Preguntas cerradas: Preguntas que exigen una respuesta de sí o no, o dejan al candidato unas posibilidades limitadas de respuesta

Básicamente girará en torno a:

  • Datos personales.
  • Formación.
  • Experiencia y expectativas profesionales.
  • Funciones y tareas del puesto.
  • Motivación y objetivos profesionales.
  • Adecuación de tu currículum vítae y de tus características al perfil del puesto.

Despejar interrogantes: Es el momento de la entrevista en el que puedes consultar cualquier duda relacionada con la empresa, las condiciones de trabajo y el proceso de selección.

Con ellas demostrarás tu interés por el puesto de trabajo y puedes aprovechar la ocasión para exponer tus conocimientos relacionados con el sector y la empresa.

Despedida: Es la última fase de la entrevista en la que nuestro objetivo fundamental debe de ser:

  • Asegurar el siguiente contacto dentro del proceso de selección (comunicación de resultados).
  • Debes dejar la puerta siempre abierta para un encuentro posterior aunque la entrevista haya sido aparentemente negativa.
  • Es muy importante que te muestres cordial en la despedida, piensa que te están observando hasta el último instante y además puede beneficiar tu imagen en futuros procesos de selección.

 

Durante la entrevista, no sólo te van a evaluar los aspectos profesionales, sino también otros aspectos que se van a desprender de tu forma de comportarte.

 

Lenguaje Verbal

  • Saluda con atención e interés intentando memorizar el nombre del entrevistador.
  • Escucha atentamente y responde con naturalidad y sinceridad, sin que se note que lo has preparado.
  • No cambies de tema si el entrevistador no te lo sugiere.
  • Demuestra que conoces la empresa, resalta lo positivo pero sin excesivas confianzas.
  • Sé preciso, no alargues demasiado las respuestas.
  • No menciones prematuramente la remuneración, espera a que lo mencione el entrevistador.
  • Si te preguntan por algún fracaso busca siempre respuestas positivas y serenas, evita respuestas negativas y menciones a problemas personales.
  • Evita las muletillas.
  • Deja que el entrevistador guíe la entrevista, no tengas prisa por hablar y no le interrumpas hasta que termine su pregunta, escucha atentamente y muestra interés por las preguntas.
  • Debes realizar preguntas que demuestren tu profesionalidad.
  • Muestra ilusión e interés por el puesto.
  • Relaciona las respuestas con el trabajo al que optas y con tus puntos fuertes.

Lenguaje no Verbal

El lenguaje del cuerpo es una forma de comunicación silenciosa que nos descubre aspectos de la personalidad que suelen pasar desapercibidos.

  • Da la mano con firmeza en el saludo, sin exagerar (sin dejarla muerta, ni dando excesivas sacudidas). Pero no seas tú el primero en ofrecerla. El saludo debe ser seguro, cálido y breve.
  • Evita cruzar los brazos ya que puede interpretarse como una actitud defensiva o cerrada.
  • Mantén siempre el contacto visual, mira a los ojos y proyecta optimismo. Si son varios los interlocutores mírales alternativamente.
  • Ten en cuenta que mirar hacia otro lado mientras se habla puede indicar inseguridad en lo que se dice, desacuerdo o engaño.
  • Procura evitar los signos externos de nerviosismo como rascarse, tocarse el pelo y otros movimientos repetitivos. Evita mover continuamente las manos y los pies.
  • Busca una postura cómoda que te evite estar continuamente en movimiento. Mantén una leve inclinación del cuerpo hacia delante mostrando agrado o acuerdo.
  • Mantén una distancia prudencial del interlocutor, recordando no es conveniente invadir el espacio de la otra persona.
  • Cuida tu imagen exterior, intenta estar en armonía con la imagen de la empresa.
  • Sonreír espontáneamente sin forzar la expresión ya que denota optimismo. Tampoco reír sin saber de que se trata.
  • Acompañar lo que dices con gestos ayuda a subrayar el contenido de la comunicación.

 

Durante la entrevista, no sólo te van a evaluar los aspectos profesionales, sino también otros aspectos que se van a desprender de tu forma de comportarte.

 

Personalidad y capacidad de expresión:

  • Hábleme de si mismo
  • Cuénteme una anécdota en la que resolvieras con éxito una situación problemática
  • ¿Qué valor diferencial podría aportar respecto a otros candidatos?
  • ¿Qué es lo que le motiva en su trabajo?
  • ¿Qué puede aportar a su trabajo?
  • ¿Cuáles son las cualidades que usted puede aportar personalmente a la empresa?
  • ¿Cuáles son sus virtudes y defectos?
  • ¿Podría trabajar bajo presión?
  • ¿Qué variables hay que tener en cuenta al tomar una decisión?
  • ¿Qué aportaría a la empresa si le contratáramos?

Motivo de la solicitud:

  • ¿Qué sabe acerca de nuestra empresa?
  • ¿Por qué le gustaría este empleo y no otro?
  • ¿Qué puede aportar como ventaja respecto a otros candidatos?
  • ¿Cuáles son sus objetivos a corto, medio y largo plazo?
  • Dentro de cinco años ¿Qué posición cree que ocupará en la empresa?
  • ¿Por qué debo contratarle?

Formación:

  • ¿Por qué eligió estos estudios?
  • ¿Qué influyó más en usted a la hora de elegir sus estudios?
  • ¿Cómo puede aplicar su formación académica a su trayectoria profesional?
  • ¿Qué le resultó más difícil de su carrera?
  • ¿Cuáles han sido los principales logros de su formación?
  • ¿Piensa proseguir o ampliar sus estudios de alguna manera?

Historial y experiencia profesional:

  • ¿Cuál es su objetivo profesional?
  • ¿Qué recuerda de su primer puesto de trabajo?
  • ¿Cómo se enteró de la existencia de este puesto de trabajo?
  • ¿Qué es lo mejor / peor que puede afirmar su último jefe sobre usted?
  • ¿Cómo consiguió ese trabajo?
  • Describa un día típico en su trabajo anterior
  • Motivos por los que dejó su último empleo
  • Dé algún ejemplo de un problema que tuvo que solucionar y cómo lo logró
  • ¿Cuáles han sido los logros más notables en su último puesto de trabajo?
  • ¿Con qué dificultades se ha enfrentado en su último empleo?
  • ¿Estaría dispuesto a trasladarse a otra ciudad o a viajar con frecuencia?
  • ¿Cuánto piensa que deberíamos pagarle?

 

Un buen entrevistador no sólo evalúa tus conocimientos sino también las preguntas que le plantees. Para ello es fundamental conocer la empresa y el sector al que pertenece.

 

Recomendaciones:

  • Formule aquellas preguntas sobre aspectos del puesto que no le hayan quedado claros y que puedan influir en su toma de decisiones.
  • Realice aquellas preguntas que sirvan para demostrar su interés por el puesto de trabajo.
  • Haga preguntas que le sean útiles para poner de manifiesto sus logros anteriores.
  • Formule la pregunta de forma que puedas demostrar tus conocimientos del sector y de la empresa donde pretendes trabajar.